Una victoria en Meruelo para recuperar la sonrisa

01 de Abril de 2017

El Textil Escudo venció 0-2 en su desplazamiento a Meruelo y rompe con una victoria basada en la solidez y en la intensidad su racha de derrotas para seguir acercándose al objetivo de la permanencia.

Reconozcamos que no fue un partido atractivo, de esos que enamoran a primera vista, pero a veces los menos agraciados también tenemos nuestro punto y hasta ligamos, así que se nos tiene que valorar. Cada fin de semana fútbol se convierte en el mejor ejemplo de igualdad, tanto es así que la victoria en los partidos bonitos o feos tiene el mismo valor, tres puntos.

La crónica de los primeros 43 minutos de partido parece asemejarse más a la predicción del tiempo con Roberto Brasero que a una información deportiva, porque en la libreta de anotaciones aparecen más fenómenos meteorológicos (viento, precipitaciones de lluvia intermitente con bajada ostensible de las temperaturas, etc) que ocasiones de gol.

Ningún equipo cometía errores defensivos ni hacía concesiones, para regocijo de los amantes del manual, pero para aburrimiento de los asistentes, que observaban la pasión que ponían los futbolistas de uno y otro equipo, pero no terminaban de engancharse.

De la democracia del fútbol pasamos a la magia, esa que lo cambia todo con una ocasión que monopolizó las conversaciones durante el descanso del encuentro. Era el minuto 43 y tras un saque de banda un balón se pasea sin que ninguno se atreva a rematarlo o despejarlo. Alguno lo acaricia o lo toca, pero falta decisión, así que Bruno, pese a que se pone colorado, para el balón dentro del área pequeña, lo controla y se dispone a despertar del letargo a todos los aficionados y dedicarle el gol a su amigo Aitor, que anima a Karim desde la banda.

Pero si fuera fácil no sería tan bonito, así que José Alberto se estira y lo para, dejándonos a todos incrédulos cuando ya hasta estábamos empezando a tuitear el gol de Bruno. No llegó y Juanmi a la contra obligó a demostrar una vez más la atención de la zaga, el partido se electrificó y los dos equipos se enchufaron durante tres minutos, hasta que el árbitro pitó el descanso.

En la segunda parte el toma y daca duró cinco minutos, porque entonces llegó el Textil Escudo para mostrar la decisión necesaria para hacerse con una victoria imprescindible. En ese paso por vestuarios los jugadores se olvidaron de los vientos de marzo y se dieron cuenta de que ya estamos en abril, así que ya era momento de cambiar la dinámica de un equipo con más potencial del mostrado últimamente.

Una volea tras córner de Adri se encontró con el poste y los visitantes empezaron a pisar más el área del Meruelo, que achicaba como podía hasta que el destino hizo acto de presencia. Una falta que bota el capitán y el balón llega a Cano, que impulsa el balón hasta el área, donde Izan la engancha y el esférico realiza una parábola lo suficientemente perfecta para batir al portero local y desatar la euforia en los animosos aficionados del Textil Escudo presentes en la grada.

Un gol lo cambia todo, dijo alguien en Bein Sports hace un rato, así que le copio la frase y digo que sí, que la confianza del Textil Escudo creció hasta límites insospechados, aunque el contraataque del Meruelo tampoco permitía un exceso de euforia. Los de Pablo Lobeto son jóvenes, pero mostraron en este encuentro la madurez necesaria para no volverse locos y seguir en busca de la sentencia, que llegó en la mejor jugada combinativa del partido.

Una buena jugada de toque acabó con un balón en la banda izquierda y de ahí se pasó a un centro medido de Raúl a un recién incorporado Héctor Marcos, que en el punto de penalti cabeceó a la red (sí, gol dedicado a Aitor, que tengo que decirlo o me mata) y demostró que un goleador nunca olvida su oficio.

Con el 0-2 el partido continuó pero los intentos locales de acortar distancias siempre eran abortados por un Textil Escudo concentrado en todas sus líneas. Hubo alguna ocasión para ampliar la renta, y también hubo minutos para que José Antonio, centrocampista de Los Tojos que milita en el Juvenil A, pueda presumir desde ya de que es jugador de Tercera División, buscando con descaro intervenir y contribuir a una victoria necesaria para el Textil Escudo.

Ya es abril, mira la vida de otro modo y no dejes de confiar en este equipo, que nos tiene que seguir haciendo felices a todos. (Sí, a los feos también).

Por Óscar Arcones.

EMF MERUELO: José Alberto, Fer, Rubén, Fermín (Arenado, min. 78), Juanfer,Barquín, Ander, Álex, Eder (Breixo, min.65), Carlos (José Ramón, min. 73) y Juanmi.

TEXTIL ESCUDO: Alberto, Adrián Mier, Izan, Adrián Díaz, Bordas, Butra, Dosal, Bruno, Pablo Cano (José Antonio, min. 86), Raúl (Bertuco, min.79) y Pablo Iglesias (Héctor Marcos (min. 65).

GOLES: 0-1 Izan (min. 60); 0-2 Héctor Marcos (min. 74).

ÁRBITRO: Jesús Ortega Romano, amonestó a Rubén, Ander y Fermín, del Meruelo y a Adrián Díaz, Adrián Mier y Bordas, del Textil Escudo.