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El regalo de Reyes de Adrián Díaz

09 de Enero de 2019

La visita a Villaescusa para el Textil Escudo deparó una derrota, pero también se convirtió en el escenario donde debutó en Tercera División el canterano Adrián Díaz García.

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Por Óscar Arcones

A sus 19 años, Adrián Díaz ya puede presumir de haber conseguido debutar en Tercera División con el primer equipo del Textil Escudo. Pero llegar a ello no ha sido fácil para un delantero que lleva desde categoría prebenjamín formándose como futbolista en el seno de un club que considera como su casa, donde ha vivido muchas alegrías y alguna decepción. Del niño que correteaba sobre el césped del Municipal hace una década, Adrián se ha convertido en este verano en entrenador del Alevín B y día de Reyes recibió el regalo de ser el último canterano en debutar, en un continuo aprendizaje y evolución que le permite mirar con optimismo a un futuro esperanzador en el club.



Adrián milita en el equipo filial, batiéndose el cobre en su primera temporada como senior en la complicada Segunda Regional, pero cuando recibe la llamada del primer equipo, no duda en cambiar el chip y ponerse a disposición del equipo. Este joven delantero de Roiz (Valdáliga), ya fue convocado hace unas jornadas ante el Velarde y aunque no llegó el ansiado debut, Adrián no desistió en la búsqueda de esa oportunidad, así que en las últimas semanas del 2018 y en la primera de 2019 no tuvo dudas en participar en los entrenamientos con el primer equipo para seguir esperando ese regalo en forma de debut.


El viernes 4 de enero, a la conclusión del último entrenamiento de la semana, el técnico Pablo Lobeto anunció a Adrián que estaba convocado para el domingo ante el Racing de Santander B y antes de ello el sábado participó con su equipo, el Textil Escudo B, en el triangular solidario, anotando un tanto de bella factura contra el Valdáliga. Y con ese sabor del gol, Adrián se marchó a dormir en la noche de Reyes con la esperanza de recibir uno de esos presentes que no se olvidan.


"Tenía esperanza de debutar", reconoce en la conversación un par de días después, aunque también era consciente de que era difícil y que dependía "de cómo fuera el partido". Y el partido no marchaba muy bien para el equipo "la primera parte ellos jugaron muy bien, hay que reconocerlo, pero en la segunda jugamos mucho mejor, aunque sin gol". Y como el equipo seguía cayendo por la mínima, como delantero que es tenía esperanza de entrar al terreno de juego a intentar ayudar "cuando me mandaron calentar con Jorge, entonces imaginaba que si íbamos perdiendo tendría alguna opción más de jugar", confiesa Adrián, que en el minuto 88 recibió esa llamada ansiada para ser jugador de Tercera División.


Entró con el dorsal 12 a la espalda en sustitución de Manu Gómez, y pese a estar ante uno de los momentos más importantes de su carrera deportiva, su recuerdo es el de "estar muy tranquilo, yo para estas cosas no me pongo nervioso", afirma calmado, restando importancia a un instante, ese de entrar al césped, en el que "no me acordé de nadie en especial, solo tenía ganas de jugar y ayudar".


Y en esos minutos sobre el césped de Villaescusa, Adrián se dio cuenta de que "el ritmo es mucho mayor", y nada más entrar al terreno de juego tuvo que masticar la frustración de un tanto anulado a Cano y una expulsión a Bordas que obligó al equipo a trabajar al máximo. "Me fui triste por la derrota, así que espero volver para ayudar al equipo a ganar y a ascender posiciones", indica el delantero del Textil Escudo, antes de afirmar que este próximo fin de semana estará a disposición del primer equipo si tocara "porque juega el sábado en Revilla y si hay que ayudar estaré, igual que el domingo con mi equipo, que esperamos conseguir el ascenso en este 2019".


Esta campaña está siendo de nuevas experiencias para Adrián Díaz García, que dejó atrás la etapa juvenil y que en este año también comenzó con su aprendizaje en el banquillo al frente del Alevín B. "Está siendo mejor de lo que esperaba, porque estamos compitiendo y jugamos contra muchos equipos de segundo año y lo estamos haciendo muy bien", explica de un año en el que forma tándem con uno de sus mejores amigos, Alejandro Guijarro. Con él empezó en esto del fútbol, pero el destino les separó de formar parte del mismo equipo, salvo en torneos amistosos, desde prebenjamines, así que este pasado domingo de Reyes, durante unos pocos minutos, volvió a experimentar lo más bonito de practicar deporte, hacerlo con amigos.


Un buen aliciente es tratar de repetirlo, el compartir más minutos con Guijarro y con toda la plantilla del Textil Escudo, que acoge con toda la alegría a esos canteranos que no dudan en emplearse al máximo para ganarse el puesto.


¡A seguir trabajando Adrián, para seguir progresando!¡Aúpa Escudo!




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