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La gloria de saber levantarse

20 de Octubre de 2019

El Textil Escudo empató a un gol ante la RS Gimnástica de Torrelavega tras un emocionante partido en el que el trabajo colectivo tuvo premio para los locales, capaces de igualar en la recta final con gol de Aitor.

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Crónica de Óscar Arcones. Foto de aquellos que se lo dejaron todo por su equipo

La apoteosis llegó en el 89, pero el camino hasta lograrlo fue largo, muy largo, para el Textil Escudo, capaz de demostrarse a sí mismo que competir de tú a tú con los mejores está a su alcance, pese a los obstáculos que aparezcan en el camino. Hay puntos que saben a rutina o a lo que pudo ser y no fue, pero en esta ocasión el sabor del primer empate de la temporada es el de la gloria alcanzada frente a un rival de altos vuelos.

La lluvia caía con fuerza cuando comenzaba el partido en el Juan María Parés Serra y entrar en el partido sobre el césped encharcado condicionaba de forma determinante el planteamiento de uno y otro conjunto. El Textil  Escudo supo maniatar a su rival y reducir a la mínima expresión las concesiones a un equipo de gran calidad ante el que la relajación puede ser la peor sentencia. Alberto respondió con sobriedad a un disparo lejano de Salas y a los diez minutos un córner muy cerrado se convirtió en una acción que sembró el miedo en el área del Textil Escudo, pero el balón se paseó sin remate. José Antonio supo enmendar su error para arrebatar un balón a un rival que se plantaba en el área y con el paso de los minutos el Textil Escudo consiguió sujetar el partido en el centro del campo y equilibrar el mismo, con más posesión pero sin pegada.

En un partido de pocas ocasiones, la más clara llegó a la media hora, en una jugada rápida en la que David habilitó a Raúl y el punta del Textil Escudo disparó raso en el mano a mano con Lavín, que supo despejar con grandes reflejos. El rechace acabó en las botas de Valentín tras unos segundos de incertidumbre, disparando el de Cabezón para obligar al portero a una gran estirada.

Pocas oportunidades hasta el descanso, al que se llegó con el empate a cero, pero en el arranque de la segunda mitad el Textil Escudo consiguió incrementar aún más su espíritu de lucha y a base de pundonor mantenían la igualdad. Guillermo, Bruno y David se multiplicaban en el medio campo, consiguiendo que José Antonio detener una clara acometida de Prada. Por la izquierda consiguió llevar peligro el equipo gimnástico, pero Aitor supo despejar un centro raso que amenzaba peligro y después fue Alberto el que detuvo con acierto un buen centro lateral.

La Gimnástica tenía el balón, pero el Textil Escudo no se conformaba con el empate. En el minuto 63 fue José Antonio el que rompió por banda derecha y puso un pase atrás que recogió David en la frontal, controlando para disparar, pero el tiro rebotó en un defensa. Guillermo arrebató a Emilio un balón en otra contra cargada de peligro y el cansancio pareció empezar a hacer mella en un Textil Escudo que seguía tratando de lanzarse al ataque desde el orden y la disciplina. Un zaguero gimnástico salvó in extremis un envío de Guillermo a Pitu que hubiera firmado el mismo Laudrup, antesala de lo que iba a ser un excesivo castigo para el Textil Escudo.

Fue Cusi el que recogió un balón en el costado izquierdo para fusilar por bajo y desatar la euforia  en las filas visitantes. Quedaba tiempo, quedaba fe y el mínimo oxígeno necesario para saber que una desventaja de un gol no tenía por qué ser una losa insalvable para darle una alegría a esa afición que seguía creyendo en un equipo que se ha ganado ese crédito a pulso.

Pitu lo intentó pero su tiro se fue por encima del larguero, igual que otro intento de Aitor, consiguiendo Héctor un gol tras córner que fue anulado al rematar en fuera de juego un pase de Bruno. Pero aún quedaba lo mejor, eso que se reserva para las grandes tardes, eso que convierte el 20 de octubre en una fecha para el recuerdo de la afición del Textil Escudo.

Yo estaba en el Juan María Parés cuando Pitu lanzó un córner y Héctor Alonso lo remató en el punto de penalti, la bola la recogió Cano que disparó raso y rebotó en un jugador visitante. El balón quedó muerto a escasos centímetros de la línea de gol y dicen que fue Aitor, pero le acompañó todo Cabezón de la Sal para disparar con el alma al fondo de la red y desatar la apoteosis entre una afición consciente de que los suyos lo merecían.

Aitor fue expulsado por una celebración que a Najas ni a muchos más que le acompañábamos en la grada se nos olvidará jamás. Con un jugador menos el descuento se prolongó hasta el 95, dando tiempo a la Gimnástica a tres ataques en los que hubo fuera de juego, poste, parada de Alberto y un postrero disparo de Ito en el segundo palo que besó el lateral de la red.

 Y el suspiro de alivio se convirtió en la mayor de las alegrías para la afición del Textil Escudo, demostrando que el fútbol en noventa minutos convierte una tarde de perros en una jornada repleta de luces.

TEXTIL ESCUDO: Alberto, José Antonio, Guijarro , Marcos, Aitor, Bruno, Raúl (Héctor Alonso, min.58), David (Pitu, min.77), Guillermo, Pablo Cano y Valentín (Pablo Iglesias, min.69).

RS GIMNÁSTICA: Lavín, Fer, Fermín, Camus, Chamorro, Cusi, Hugo Vitienes, Luis Alberto, Ito, Prada (Rubén Palazuelos, min.71) y Emilio (Casta, min.84).

GOLES: 0-1 Cusi (min.79); 1-1 Aitor (min.89).

ÁRBITRO: Juan Pastor Fernández. Amonestó a Marcos, Bruno, Guijarro y Pablo Cano y expulsó con roja directa a Aitor en el minuto 90, del Textil Escudo. De la RS Gimnástica vio tarjeta amarilla Rubén Palazuelos.

 





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